Uso del bótox en pacientes con bruxismo y articulación témporo-maxilar (Dra. Ana Moreno / Dra. Blanca Sitjar)

Los especialistas en otorinolaringologia y cirugía de cabeza y cuello, a menudo valoramos pacientes con dolor de oído y cefaleas causados por el bruximo. El bruxismo puede generar disfunciones de la articulación temporomandibular (ATM). En las personas con disfunción temporomandibular, los problemas en la articulación y los músculos que la rodean pueden causarles:

  • Dolor que se disemina hacia la cara, la mandíbula o el cuello
  • Rigidez en los músculos mandibulares
  • Limitación del movimiento o bloqueo de la mandíbula
  • Chasquidos dolorosos al mover la mandíbula
  • Cambios en la alineación de los dientes superiores e inferiores
Trat 1

Es importante realizar una valoración inicial muy exhaustiva para conocer el origen del problema y valorar las diferentes opciones de tratamiento. Pero en muchos casos, cuando el dolor presente en la ATM es de origen muscular, intenso y persistente, y no mejora con otros tratamientos conservadores, tratarlo directamente mediante una infiltración con toxina botulínica (bótox) puede ser una buena solución. El bótox juega un papel muy importante porque reduce y alivia la actividad muscular.

Además, es importante recordar que la infiltración de bótox en los tratamientos de disfunciones de la ATM no afecta a la capacidad de masticar, beber o hablar. Los dolores o la incomodidad que antes acompañaban a estas acciones se ven notablemente reducidos con esta sustancia. En definitiva, el bótox permite obtener un alivio rápido y muy efectivo en aquellos casos en los que predomina la tensión y el dolor temporomandibular de origen muscular al conseguir una relajación de los mismos.

Entre sus principales beneficios, nos gustaría destacar:

  • Reducción del dolor al abrir y cerrar la mandíbula.
  • Reducción del dolor facial en general
  • Reducción de los dolores de cabeza.
  • Mejoría de la morfología facial al reducir el exceso de volumen muscular.
Trat 2

La infiltración de bótox para tratar los problemas de la ATM resulta muy sencilla y el paciente puede seguir con su vida normal, simplemente tendrá que evitar la práctica de actividad física muy intensa el día de la infiltración, así como evitar masajear la zona tratada durante las primeras 24h post tratamiento. Se utiliza anestesia de la piel para evitar las molestias del pinchazo y luego se procederá a aplicar las inyecciones de bótox en el músculo masetero.

Los resultados finales comienzan a manifestarse de 2 a 4 días después de la aplicación.

El efecto del bótox para el bruxismo tiene una duración total de entre 6 y 9 meses.

Ello se debe a que la metabolización de la toxina en nuestro organismo tarda alrededor de 6 meses en eliminarse y volver a la normalidad. Pero ciertamente, el músculo contraído no se volverá a tensionar como lo hacía previamente a la aplicación de bótox.

Para prolongar los efectos del bótox para el bruxismo, se recomienda volver a aplicarlo tras este periodo.

Por otro lado, destacar que el bruxismo provoca mandíbulas fuertes y desarrolladas por su constante ejercicio involuntario, asi que, si te preguntas si la infiltración de bótox tendrá algún efecto estético secundario en las facciones de la cara, la respuesta es que sí, pues al  inyectar bótox, se reduce la tensión del músculo masetero, lo que provoca la reducción de su volumen, dando lugar a un afinamiento del rostro y la eliminación del “efecto cara cuadrada”.

Si tiene alguna pregunta o inquietud acerca de los trastornos de la articulación temporomandibular o el tratamiento con botox, comuníquese con nuestro centro, con la Dra. ANA MORENO.