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Una de las molestias más típicas del verano es la acumulación de agua en los oídos, debido principalmente a la falta de cuidado que tenemos a la hora de bañarnos. Esto facilita la aparición de infecciones, provocando la sensación de taponamiento y en algunos casos la aparición de otitis.

Los niños son más vulnerables a este tipo de infección ya que pasan muchas horas en el agua y además sus trompas de Eustaquio son más cortas, favoreciendo que la infección llegue más fácilmente al oído medio.

Los cambios de presión atmosférica que se producen cuando viajamos en avión provocan un dolor o molestia y la sensación de presión o un zumbido. 

Esta infección es dolorosa y molesta, pero se puede prevenir siguiendo unas sencillas recomendaciones a la hora de bañarse.

  • Evitar la entrada de agua en el oído
  • Intentar no sumergirse demasiado
  • Limpiar los oídos con cuidado
  • Secarse suavemente con una gasa o una toalla después del baño (no usar nunca bastoncillos).
  • Inclina la cabeza para drenar el agua

Otro inconveniente muy típico de los meses de verano es el relativo a los cambios de presión atmosférica que se producen cuando viajamos en avión. Esto provoca un  dolor o molestia y la sensación de presión o un zumbido. Estas molestias en los oídos suelen desaparecer al cabo de unas horas.

¿Qué es recomendable hacer durante el vuelo?

  • Masticar chicle, bostezar y tragar ayuda a destaponar los iodos.
  • Beber mucha agua durante el vuelo
  • Inhalar y luego exhalar suavemente mientras se mantienen cerradas las fosas nasales y la boca. Si oís un click en vuestros oídos es que el ejercicio ha sido efectivo. Se puede realizar varias veces durante el descenso siempre de manera suave para evitar lesiones en los tímpanos.
  • Es aconsejable evitar dormir durante el despegue y el aterrizaje.
  • En el caso de los niños pequeños es recomendable alimentarlo durante el descenso o que tenga el chupete para aumentar la deglución y evitar que se duerma.

Es importante que si continuáis notando molestias en vuestros oídos acudáis a un médico otorrinolaringólogo.