Llamar ahora WhatsApp
Reserva tu cita
Noticias

¿Puede un tratamiento con fármacos empeorar los acúfenos?

¿Puede un tratamiento con fármacos empeorar los acúfenos?

¿Puede un tratamiento con fármacos empeorar los acúfenos?

Como hemos podido ver en ocasiones anteriores, los acúfenos pueden tener orígenes muy diversos, por ese motivo y para saber cómo debería tratarse es necesaria una evaluación personal y exhaustiva de cada caso. De hecho, un mal diagnóstico, y consecuentemente un mal tratamiento, podría derivar en una pérdida auditiva total o hipoacusia, además de un impacto directo sobre nuestro bienestar.

 

OTOTOXICIDAD POR FÁRMACOS

Algunos medicamentos, lejos de mejorar el problema, podrían hacer empeorar la situación de un paciente con tinnitus e incluso provocarlos a aquellas que no los sufren. Pero, ¿por qué estos medicamentos perjudican o provocan esta patología?

Estos fármacos, entre los cuales se encontrarían los antibióticos estreptomicina, tobramicina, gentamicina, neomicina y vancomicina, ciertos fármacos quimioterápicos (por ejemplo, el cisplatino), la furosemida y la aspirina (ácido acetilsalicílico), son denominados fármacos ototóxicos.

Los fármacos ototóxicos causan efectos lesivos sobre las estructuras vestibular y coclear del oído y también sobre el nervio acústico, pudiendo ocasionar perturbaciones transitorias o definitivas de la función auditiva o vestibular.

La toxicidad coclear se manifiesta o hace empeorar la situación de aquellos pacientes que sufren de acúfenos, pérdida de audición y en ocasiones agrava la situación de aquellos que sufren de dolores en el oído y resulta mucho más sencilla de diagnosticar que la vestibular, que puede ocasionar vértigo, mareo, ataxia y nistagmos.

Contando con esta información, y conociendo los riesgos, es de vital importancia valorar el riesgo y el beneficio de todo tratamiento farmacológico, y optar por este tipo de fármacos solo cuando no exista alternativa. Pero en estos casos es esencial tomar precauciones que reduzcan el riesgo de toxicidad, bien mediante el ajuste de las dosis o bien acortando la duración del tratamiento. Además, monitorizar la función auditiva controlando periódicamente la posible aparición o el empeoramiento de los acúfenos se convertirá en algo indispensable para que, en caso de detectar nuevos casos o empeorar los existentes, se pueda comunicar con un médico para analizar la posible causa del acúfeno.

¿Crees que puedes estar sufriendo síntomas de ototoxicidad? Pídenos cita en el teléfono 626 111 195 / 93 393 31 93 o escribiendo [email protected].