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El riesgo de pérdida de audición en el trabajo es una constante en Estados Unidos. Anteriormente ya analizamos los motivos. Incluso llegamos a elaborar una lista negra con los empleos que cobraban más oídos al año. Los corredores de Fórmula 1 y los mineros se llevaban el oro, aunque en realidad no se merecían ninguna medalla. Porque cada año la pérdida de audición inducida por el trabajo cuesta miles de millones de dólares y eso, lejos de ser un triunfo, es un hecho preocupante.

Concretamente, los investigadores de la facultad de Salud Pública de la Universidad de Michigan apuntaron que un 10% de personas que contraen pérdida de audición provocada por el ruido en un año equivale a una pérdida económica de 60 mil millones. En este estudio no se calcularon los costes adicionales que esto puede suponer, sino las pérdidas de las ganancias que comporta. Es decir, el dinero que se deja de ganar por no trabajar.

Visto el panorama, el camino a seguir está muy claro: reducir los casos de pérdida de audición. Una manera de hacerlo es siendo conscientes de cómo nos afecta el ruido en el día a día y usar protección auditiva. De otra manera, está calculado que la pérdida de audición sale carísima; tanto para la salud como para el bolsillo.

Fuente:
hear-it.org